Vuelve a recortar entre 10 y 20 céntimos el coste de sus principales marcas de cigarrillos, como Marlboro, Chesterfield y L&M, provocando la acentuación de la batalla comercial que entre las grandes tabaqueras en el mercado español.
Desde Philip Morris explican que se trata de una "reacción de carácter competitivo a los recientes movimientos del mercado", con la que busca "exclusivamente" defender su cuota de mercado "en un contexto de mercado deteriorado".
Esta baja de precios, se produce una semana después de que Altadis decidiera bajar los precios de sus principales marcas para proteger su competitividad ante "el agresivo movimiento de precios realizado por uno de sus principales competidores", lo que propició que British American Tobacco se sumara a la batalla y arrastrara igualmente a Japan Tobacco International.
En toda esta guerra de precios, los estanqueros se sienten víctimas, ya que, obtienen menos beneficios.
Por otro lado, la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, afirmó recientemente que el Gobierno no tiene previsto una subida de los impuestos sobre el tabaco, pese a esta guerra de precios, pero si va a revisar su fiscalidad.
El gobierno analiza con preocupación la reducción del precio del tabaco que ha provocado una caída en los precios de las principales marcas de cigarrillos de entre 10 y 45 céntimos por cajetilla en el último mes. Siendo la principal perjudicada por esta rebaja de precios la propia Hacienda Pública. Los ingresos por parte de las cajetillas de tabaco ya disminuyó los primeros meses del año, consecuencia de la ley Synde. De momento el gobierno se plantea revisar la fiscalidad del tabaco para evitar perdidas recaudatorias, sin embargo, Elena Salgado rechaza que pueda producirse un cambio inminente en la fiscalidad del tabaco, pero fuentes del Ejecutivo dicen que esto se podría abordar en los presupuestos de 2012.
De momento, parece que la guerra comercial entre las principales compañías tabaqueras ha llegado a su fin o, al menos, está dando los últimos coletazos.
Después de la tercera bajada de precios por parte de Philip Morris en sus principales marcas, Altadis respondía con la bajada de precios solo en algunas de sus marcas como Ducado y Rubio, y mantenia Fortuna y Nobel. Las dos otras grandes tabacaleras de España no han respondido ante esto todavia.
El cese de este descenso de precios, beneficia a las tabacaleras y al gobierno, ya que, se evitaria el descenso de las previsiones de recaudación.
Las compañias tabaqueras saben que un aumento de los impuestos no sería la solución para esto. Según un reciente estudio elaborado por Analistas Financieros Internacionales, España es uno de los países de la UE con una fiscalidad más alta. En concreto, el 63,8% del precio final de la cajetilla son impuestos.
La propuesta de los economistas de AFI seria equilibrar los impuestos específicos y los variables. Pero ante esto, el Gobierno se ha resistido por el momento a actuar en este sentido porque los impuestos variables benefician a las compañías con precios más bajos, y en el caso español con esta fiscalidad se trataba de beneficiar el monopolio de Tabacalera, la actual Imperial Altadis.
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